Compromiso a través de la emoción.
«A space to grow».
¿Conoces la combinación innovadora de empresa y astronomía?
“A space to grow”, la metodología que combina el ámbito de la empresa con la astronomía, vio la primera luz en 2015.
Aquello empezó como un sueño. Porque, ¿qué es, sino un sueño, hacer converger la labor profesional con una de tus grandes pasiones? El planteamiento pasaba por combinar 30 años de experiencia en el mundo de la gestión con toda una vida de afición, estudios y labor divulgativa en el campo de la astronomía. Mezclar el universo con la gestión del cambio y la ejecución.
Pero la innovación es más que una buena idea. Yo soy de los que defienden que la innovación no se concreta en los despachos, ni en las pizarras o en los powerpoints. La innovación real tiene lugar en el mercado, cuando la idea encuentra comprador y se convierte en producto. Y este era el auténtico reto. Cómo generar algo novedoso e inspirador, pero por encima de todo aplicable para resolver las grandes problemáticas de las organizaciones.
Después de reflexionar sobre ello, me di cuenta que la clave era la emoción. Esa emoción que hace que nos comprometamos de verdad con algo, que nos mueve realmente hacia una meta u objetivo. Sí, la emoción debía ser el primer pilar sobre el que construir la nueva metodología. Y afortunadamente, el cosmos y el firmamento son interminables fuentes de emoción.
Los siguientes pilares aparecieron durante el proceso de desarrollo. La inspiración, para limpiar la mente y facilitar las discusiones y las formaciones. El aprendizaje, utilizando casos impactantes basados en la exploración del espacio y el funcionamiento del universo, adaptados expresamente para trabajar los objetivos específicos de cada cliente. Y la perspectiva, para contemplar la realidad y los problemas desde la Luna, relativizarlos y tomar aire para seguir adelante y afrontarlos con fuerzas renovadas.
Recuerdo una de las primeras conversaciones que mantuve con una figura referente, a quién le expliqué lo que pretendía hacer. “Esto es muy arriesgado”, me dijo. El riesgo al que se refería consistía en quedarse corto y acabar creando simplemente una actividad divertida, lo que vulgarmente llamamos un “team building”. Eso tendría poco de innovador. Además, era fácilmente copiable. Pero lo más grave es que se podía convertir en algo entretenido y curioso, pero con poco impacto sobre las problemáticas de las organizaciones.
Ya han pasado unos cuántos años de aquella conversación, y hoy “A space to grow” es un producto consolidado. Un concepto compuesto por un conjunto de actividades, facilitadas por la astronomía, que siguen siendo únicas en toda España, y que van desde las conferencias a la formación en habilidades y competencias, pasando por el acompañamiento individual o por dinámicas grupales impactantes realizadas en un observatorio.
La metodología se ha adaptado, también, al escenario generado por la pandemia, con oferta de actividades on-line (dinámicas, formaciones, …), siempre impactantes y sorprendentes empleando el universo y el espacio.
De forma muy especial, «A space to grow» se ha aplicado en los últimos meses para trabajar el equilibrio emocional, un aspecto fundamental para ayudar a nuestros equipos a recuperar la estabilidad en momentos complicados, de sufrimiento, de cambio, como los provocados por el COVID-19.
«A space to grow» cuenta con referencias que me llenan de orgullo, y que incluyen grupos internacionales. Muchas gracias, de verdad, a todos los que habéis confiado en esta iniciativa.
En este vídeo resumo cómo y por qué creé este producto innovador, pionero en toda España, combinando mi larga experiencia en el mundo de la empresa con mi vertiente científica y divulgadora.
Compromiso a través de la emoción. Esta es la clave.
Este es el tríptico informativo de «A space to grow»:
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